El Camino de Santiago recibe anualmente mucho más de de 300.000 peregrinos a través de sus rutas. No sólo personas; también perregrinos, perros que caminan con sus dueños y que consiguen también su correspondiente compostela.
La Asociación Protectora de Animais do Camiño (APACA) busca desde su año de nacimiento (2015) concienciar sobre la realidad paralela que viven otros canes abandonados a través de los caminos. Desde la asociación buscan dar un refugio para todos ellos y al mismo tiempo promocionar y dar recomendaciones a todo aquel interesado en realizar un Camino con su fiel compañero canino. En 2018 crearon la credencial y la compostela para perregrinos que es un éxito desde entonces, alcanzando cifras de 500 credenciales en este mismo año. Los requisitos para poder ser entregada es que el perro no presente signos de maltrato o agotamiento intenso, no ser un cachorro ni presentar alguna enfermedad, y no hay un mínimo de kilómetros. Tan solo buscan la buena praxis del peregrino que debe facilitar todo lo posible el camino a su compañero, forjando de esta forma un vínculo mucho más fuerte entre ellos.
Otro punto importante para lograr llevar a cabo esta iniciativa son los albergues “Dogfriendly”, ya que algunos de ellos a pesar de no serlo, permiten que los perros entren. Aunque en muchos casos el perro se ve obligado a alojarse en una jaula en alguna bodega o a dormir en el jardín del establecimiento.