El albergue de Markina, en el Camino Norte, recibió a casi 4.000 peregrinos en sólo cinco meses del año pasado
La recuperación de la ruta del Camino de Santiago que enlaza Markina-Xemein y Gernika-Lumo va cumpliendo las etapas previstas, según anuncia una web dedicada sobre todo a los albergues de la ruta. Así, según esa fuente la Diputación Foral de Bizkaia se encuentra «inmersa en los trámites administrativos previos para poder sacar a licitación la recuperación de diversos tramos que necesitan de reparaciones; pero en un principio, todo indica que los trabajos se podrían llevar a cabo a partir de septiembre. Su coste de licitación podría ascender a 528.000 euros».
El Departamento de Medio Ambiente de ese organismo ya trasladó el plan de trabajo a otras administraciones públicas, teniendo especial cuidado con los ayuntamientos, para incorporar mejoras a un proyecto que, actuará sobre las zonas más sensibles de la ruta jacobea que transita por Lea Artibai y Busturialdea. En el pasado se han recogido quejas de los peregrinos al respecto. En la entidad foral declararon a la web que “Según las previsiones, y debido a lo dilatado del actual proceso administrativo actual, se prevé que para el mes de junio o julio pueda estar adjudicada la obra y podrían comenzarse la misma a comienzos del mes de setiembre”. Es decir, el tramo no quedará en perfecto estado como mínimo hasta marzo del 2016.
Pero el arreglo urge, porque cada vez son más los peregrinos que transitan por el Camino del Norte. Así, en el albergue de Markina-Xemein pernoctaron 3.956 peregrinos en el año pasado, pero con la particularidad de que las instalaciones sólo estuvieron abiertas durante cinco meses, de mayo a septiembre. En el albergue de Gernika-Lumo, gestionado por la Agrupación de Hospitaleros Voluntarios del Camino, hay en la actualidad tramos de mucha dificultad debido al abandono y al invierno, sobre todo la parte que no es asfalto: las márgenes de los ríos están encharcadas. Gran parte del Camino discurre por las Zonas de Especial Conservación del río Artibai y la red fluvial de Urdaibai. Por eso los trabajos se llevarán a cabo bajo un estricto control medio ambiental.